
El cantante granadino ha publicado su último trabajo, 'Bendiciones', muy condicionado por la pandemia y de nuevo a base de fusión flamenca.
No corren los mejores tiempos para la música, pero sus profesionales no pueden permitirse un descanso. Es lo que ha vivido el cantante granadino Maka, que estos días ha terminado de liberar su nuevo álbum 'Bendiciones', absolutamente condicionado por la pandemia pese a que quedó grabado al completo antes de la irrupción del coronavirus. 45 minutos de una fusión total de géneros divididos en catorce canciones que, bajo la fórmula en la que ha creído hasta la fecha, fueron liberándose sencillo a sencillo, a golpe de 'hit', con o sin videoclip, estos sí grabados tras el confinamiento no sin dificultades.
«Me siento extraño porque tenía unas expectativas muy altas por el éxito de 'Dvende' –su anterior trabajo–, pero sabiendo lo que ha pasado y que no ha habido gira que pudiera respaldar el disco, creo que ha funcionado muy bien», valora Maka, resignado a la crudeza del momento actual para su oficio. «La música es un estado de ánimo y no se está consumiendo tanto, las reproducciones han bajado muchísimo. Aun así, el disco tiene 40 millones de 'views' por streaming en Spotify y se mantiene en Youtube. ¡Demasiado bien está yendo! 'Bendiciones' ha sido un disco muy trabajado que ha salido muy mal parado por la pandemia pero que está consiguiendo números muy buenos gracias a las radios y a las plataformas digitales –en las que sigue siendo un referente nacional–. Estoy muy agradecido», expresa.
En este nuevo trabajo Maka se mantuvo fiel a la filosofía de hacer lo que le viene en gana, «principalmente». «Me junté con guitarristas, de eléctrica y flamenca, con percusionistas y con varios productores urbanos muy elegidos. 'Bendiciones' es un disco muy mío, hecho a mi medida, a donde quiero llegar manteniendo mi esencia, con canciones que profundizan mucho en mi vida como 'Perdiste' o 'Que te perdone Dios'», expone. «Son canciones que, sin las percusiones, podrían ser temas míos de toda la vida. Por eso reflejan bien la evolución de mi música, en la que cambia el sonido sin que lo haga la esencia. Además, cada vez profundizamos más en lo que queremos plasmar y no nos andamos con rodeos. Podemos tirarnos un mes dándole vueltas a una canción, siempre en busca de un concepto», incide. Una dedicación que luego se respalda con el valor de lo audiovisual: «Estamos trabajando con directores muy buenos y acabamos creando películas. Estamos a un nivel impensable hace un tiempo».
Maka ensaya en el estudio de grabación que posee en su domicilio. / RAMÓN L. PÉREZ
Enemigo de la zona de confort, a Maka le gusta arriesgar en busca de nuevos sonidos. «Me gusta hacer canciones que al principio la gente no las entienda pero luego las termine quemando. Hacemos sonidos novedosos y quienes están acomodados en un estilo y una fórmula los rechazan. Me gusta arriesgar, pero seguimos siendo nosotros. Siempre seré un camaleón de la fusión, ya sea con hip hop, reggaetón, salsa o bachata, pero siempre con flamenco», apunta.
En 'Bendiciones' cuenta con las colaboraciones vocales de su inseparable Dellafuente, Morad, Israel B, Bandaga, Galvan Real, Daviles de Novelda y Pablo Chill-E –presente en el último trabajo de Bad Bunny–, así como con varios productores entre los que se encuentra el granadino 'multiplatino' Antonio Narváez. El videoclip del sencillo 'Habana', junto a Pablo Chill-E, representa bien algunas de las dificultades a las que Maka y su equipo tuvo que enfrentarse: «Lo dirigió 'Jackalope' desde Colombia por cámara web, yo grabé mi parte en un pueblito de Málaga y Pablo Chill-E hizo lo suyo desde su país».
Del callejón de Almanjáyar
«Yo no vengo de La Habana, yo vengo del callejón. / Del barrio del Almanjáyar, donde reside el sabor», canta Maka en 'Habana'. «Mucha gente de Cuba creyó que me quería decir a que allí eran ricos (risas), pero no era eso, sino que aquí también tenemos nuestra salsa, que también la llevamos en la sangre», aclara, con su barrio siempre presente. «Esto no es Cuba pero tenemos esa picardía también. Quise decir que he llegado donde pretendía siendo el mismo, sin pisar a nadie, con el sello de garantía de mi barrio», ahonda.
Y es que Maka no olvida sus raíces, ni su pasado aunque recordarle le devuelva a la prisión de Albolote. «Lo que he vivido me ha marcado tanto para bien como para mal. Muchas veces digo que mis bendiciones son las canciones, que me han aportado libertad cuando no la he tenido, un buen consejo cuando no me lo ha dado mi padre y amigos cuando no los he tenido. Esto, a menudo, no se valora», señala. Es por eso que, obligado a cancelar una gira que le iba a llevar por todo el país y contrario a ofrecer conciertos con aforos reducidos –«son más de diez personas implicadas y sale a pagar»–, el único ingreso que su nuevo trabajo le ha podido generar es emocional. «Si he podido ayudar a alguien, eso es lo que me llevo. No mucho más».
La frustración del encierro impidió a Maka asomar por el estudio de grabación que posee en su domicilio de Maracena durante el confinamiento, pero, sin gira a la vista por 'Bendiciones', ya trabaja en su próximo disco. «Ha nacido una cosa muy bonita. Va a ser mi mejor disco, el más flamenco hasta la fecha», advierte. «Va a hacer mucho bien a quien lo escuche. Quiero madurarlo, porque se lo merece, y que explote en un buen momento para todos. No todavía», expresa Maka.